Como abogado que ha acompañado a decenas de PYMEs chilenas en momentos críticos —desde crisis financieras hasta contingencias laborales complejas—, sé que uno de los temores más grandes del empresario es perder lo que ha construido con años de esfuerzo. Y no es un temor infundado. En mi experiencia, muchos empresarios no planifican la protección patrimonial ni la continuidad operativa hasta que el agua ya está al cuello.
La buena noticia es que hoy existen herramientas legales y estrategias concretas que permiten reorganizar una empresa, proteger su patrimonio y proyectarla hacia el futuro, incluso en contextos adversos. Esta columna ofrece una hoja de ruta práctica, desde la perspectiva legal y empresarial, para enfrentar escenarios de crisis sin poner en riesgo lo esencial: la empresa misma.
¿Por qué hablar de reorganización ahora?
La desaceleración económica, el alza de costos laborales, restricciones de liquidez y cambios normativos han puesto a muchas PYMEs en alta vulnerabilidad. Según cifras del Ministerio de Economía, durante el primer semestre de 2025 se registraron más de 1.200 solicitudes de liquidación de empresas, un 18% más que en el mismo periodo de 2024. Muchas de estas liquidaciones podrían haberse evitado con estrategias preventivas de reorganización y protección patrimonial.
El marco legal: Ley N° 20.720 y opciones disponibles
La Ley N° 20.720 sobre Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas establece procedimientos para negociar con acreedores y evitar la quiebra. El procedimiento de reorganización judicial permite suspender embargos y juicios ejecutivos mientras se negocia un acuerdo de pago viable, otorgando un respiro financiero.
Pero no todo depende del mecanismo judicial: existen medidas internas y contractuales que pueden adoptarse con antelación para proteger activos y evitar una caída abrupta.
Estrategias clave para blindaje patrimonial y continuidad
1) Separación de patrimonio personal y empresarial
Aún es común ver empresarios que mezclan finanzas personales y corporativas. Opere mediante sociedad limitada o por acciones, mantenga cuentas separadas y evite garantías personales directas sobre deudas comerciales.
2) Protección de activos estratégicos
Inmuebles, software, marcas y maquinaria deben estar correctamente documentados e inscritos. Es frecuente separar activos operativos de los estratégicos en sociedades distintas (p.ej., una sociedad patrimonial arrienda el inmueble a la operativa) para impedir que acreedores accedan fácilmente a los bienes más valiosos.
3) Renegociación proactiva de pasivos
El silencio agrava la crisis. Muchos acreedores están abiertos a renegociar si ven un plan realista. Presente un plan de pagos formal. Si son varias deudas, priorice a los principales acreedores con un acuerdo extrajudicial bien estructurado.
4) Auditoría laboral preventiva
No hay crisis financiera que no se agrave con contingencias laborales. Revise contratos, cotizaciones, descansos y externalizaciones. Evite despidos improvisados; documente impecablemente para reducir litigios.
5) Reorganización interna del modelo de negocio
La reorganización también es operativa: redefina líneas, ajuste equipo, digitalice procesos o cierre áreas no rentables. Legalmente, implica modificar contratos, políticas de teletrabajo y planes de desvinculación, siempre cumpliendo normativa.
Casos reales: lo que he aprendido
Una empresa familiar agrícola con 40 trabajadores perdió a su principal cliente y cayó en espiral de deudas. Aplicamos reorganización judicial, separamos el fundo como activo estratégico, negociamos con acreedores y rediseñamos el giro. Hoy opera con 20 trabajadores, saneada y rentable.
Reflexión final: prevenir es más barato que liquidar
La reorganización no es señal de debilidad, sino herramienta legítima de continuidad. No espere a demandas o embargos para actuar. Las PYMEs pueden y deben blindarse a tiempo.
Conclusión y contacto
La prevención legal es su mejor inversión. En LawCorp ofrecemos primera orientación sin costo para evaluar su situación particular. Escríbanos a info@lawcorp.cl.